domingo, 30 de noviembre de 2014

Mi voz



En este mundo inquieto, moderno, apresurado,
     tomamos todo aquello que nuestro corazón deseaba -tú y yo,
y ahora las velas blancas de nuestro barco están arriadas
     y agotada la carga del navío.

Por ello, prematuras, empalidecen mis mejillas,
     pues el llorar es mi contento huido
y el dolor ha apagado el rosa de mi boca
     y la ruina corre las cortinas de mi lecho.

Pero toda esta vida atiborrada ha sido para ti
     solamente una lira, un laúd, el encanto sutil
del violoncelo, la música del mar
     que duerme, mímico eco, en su concha marina.


Oscar Wilde

sábado, 29 de noviembre de 2014

Do not go gentle into that good night

Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rage at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.
Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.


No entres dócil en esa buena noche,
la vejez debería arder y enfurecerse al concluir el día;
enfurecerse, enfurecerse contra la muerte de la luz.

Aunque al llegar su fin los sabios sepan que la oscuridad es justa,
ya que sus palabras no desviaron el relámpago
no entran dóciles en esa buena noche.

Los hombres buenos, por ser los últimos, al lamentar lo mucho
que podrían haber brillado sus obras frágiles
se enfurecen, se enfurecen contra la muerte de la luz.

Los hombres salvajes, que capturaron al sol al vuelo y lo cantaron
y que aprenden, tarde, que entristecieron su camino
no entran dóciles en esa buena noche.

Los hombres graves, moribundos, que ven con ojos cegados
que los ojos ciegos podrían arder como meteoros y ser dichosos,
se enfurecen, se enfurecen contra la muerte de la luz.

Y tú, padre mío, desde tu altura triste,
maldice, bendíceme ahora con tus lágrimas feroces, te lo pido.
No entres dócil en esa buena noche.
Enfurécete, enfurécete contra la muerte de la luz.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Música de recámara


Ha puesto a Bach
en el cassette. Me ha dicho
que se iba a ver a unas amigas
-un favor, me ha recordado, que le debe
a no sé quién-. Yo leo un libro,
fumo; el cenicero
está sobre la colcha.

He apagado todas
las luces de esta casa. Y al volver
-los pies desnudos sobre el mármol-
de la cocina, en una mano el café,
el ascua roja del cigarro en otra,
me he detenido, como con miedo, casi,
a escuchar el latido acompasado
de mi corazón.

Roger Wolfe 

jueves, 27 de noviembre de 2014

Los últimos veranos

Padres: aunque intuyo un vacío
que sólo con dolor podrá el tiempo llenar,
estos últimos años vuestros
son, en verdad, los más bellos años míos;
porque, aunque hay un final que puede amenazarlos,
los va intensificando el verdadero amor.
Sí, por maduros y temibles son
los instantes más bellos de mi vida,
porque al irse abriendo en mí el vacío
de vuestra ausencia
definitivamente cierro cada duda
del ser y del no ser.
(No hay dudas ya en el tiempo del amor).

¿Y qué daría yo por detener
esta luz de los últimos veranos,
las auroras de oro en nuestras vegas?
Todo es verde y dorado en esa luz.
Así es que esperadme en el fuego o la nieve
de aquellos cielos fríos,
de aquellos cielos puros.
Sabed que ya no quedan
espinos en los nidos de otro días
(son tan sólo las zarzas que rodean
los huertos y los prados de León;
los que tienen un fondo de espadañas,
de cicatrices de piedras ferrosas,
de adobe enfebrecido,
y humedades de tréboles y juncos
flotando en madrugadas de silencio).

Esperad y que sienta
temblar un día más vuestras dos vidas
como temblaban álamos de junio
(jóvenes y con pájaros)
junto a los ríos de mi adolescencia.
No vayáis más allá.
Que perdure este instante
perfumado de muerte y de amor verdadero.
No atraveséis aún la frontera infinita.


Antonio Colinas 

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Guatemala

¡Patria de las perfectas luces, tuya
la ingenua, agraria y melodiosa fiesta,
campos que cubren hoy brazos de cruces!

¡Patria de los perfectos lagos, altos
espejos que tu mano acerca al cielo
para que vea Dios tantos estragos!

¡Patria de los perfectos montes, cauda
de verdes curvas imantando auroras,
hoy por cárcel te dan tus horizontes!

¡Patria de los perfectos días, horas
de pájaros, de flores, de silencio
que ahora, ¡oh dolor!, son agonías!

¡Patria de los perfectos cielos, dueña
de tardes de oro y noches de luceros,
alba y poniente que hoy visten tus duelos!

¡Patria de los perfectos valles, tienden
de volcán a volcán verdes hamacas
que escuchan hoy llorar casas y calles!

¡Patria de los perfectos frutos, pulpa
de paraíso en cáscara de luces,
agridulces ahora por tus lutos!

¡Patria del armadillo y la luciérnaga
del pavoazul y el pájaro esmeralda,
por la que llora sin cesar el grillo!

¡Patria del monaguillo de los monos,
el atel colilargo, los venados,
los tapires, el pájaro amarillo

y los cenzontles reales, fuego en plumas
del colibrí ligero, juego en voces
de la protesta de tus animales!

Loros de verde que a tu oído gritan
no ser del oro verde que ambicionan
los que la libertad, Patria, te quitan.

Guacamayas que son tu plusvalía
por el plumaje de oro, cielo y sangre,
proclamándote va su gritería...

¡Patria de las perfectas aves, libre
vive el quetzal y encarcelado muere,
la vida es libertad, Patria, lo sabes!

¡Patria de los perfectos mares, tuyos
de tu profundidad y ricas costas,
más salóbregos hoy por tus pesares!

¡Patria de las perfectas mieses, antes
que tuyas, júbilo del pueblo, gente
con la que ahora en el pesar te creces!

¡Patria de los perfectos goces, hechos
de sonido, color, sabor, aroma,
que ahora para quién no son atroces!

¡Patria de las perfectas mieles, llanto
salado hoy, llanto en copa de amargura,
no la apartes de mí, no me consueles!

¡Patria de las perfectas siembras, calzan
con hambre de maíz sus pies desnudos,
los que huyen hoy, tus machos y tus hembras!

Miguel Ángel Asturias 

lunes, 24 de noviembre de 2014

CARTA A UN CATALÁN

No presuma señor mío

de tanto catalanismo,

yo podría hacer lo mismo

con mi tierra castellana,

pero no me da la gana

pecar de separatismo.

Mírelo usted de esta forma;

si por principio y por norma

nos alumbra el mismo sol,

por mucho que se rechace

aquel que en España nace,

tiene que ser español.

Encuentro casi una broma

lo de la separación

y no le encuentro futuro,

pues si en serio se les toma

dividirán la nación

por hablar en otro idioma.

En cuanto a la autonomía,

no me parece tan mal,

pero no veo normal

que pretendan divisiones,

aunque haya en otras regiones

que lo encuentren natural.

¿Que pasaría en el caso

que otras regiones quisieran

emular su mismo caso?

Pues que sería un fracaso

el avance de los siglos

y nos vendría el ocaso.

¿Qué más da ser de La Toja,

de Mérida o de Moaña

si al fin y al cabo es España?

Aunque naciera en Sonsoles

no tiene vuelta de hoja,

al final, son Españoles.

Admiro a su tierra mucho,

también admiro a su gente,

con ellas trabajo y lucho

y hay algún intransigente,

pero a mi modo de ver

no es del todo inteligente.

No me quiera convencer

de que siendo catalán

no nos vamos a entender;

tendrá que reconocer

que ambos queremos lo mismo

según mi modo de ver.

Creo que es muy conveniente

pararse a considerar

donde podríamos llegar

de una forma inteligente.

Pues quiero mucho a su gente

para abandonarla atrás.

No porque nos hagan falta,

ya que falta hacemos todos,

es que si hincamos los codos

para no causarnos daños,

conseguiremos más logros

que al trabajar como extraños.

Si quieren separatismo,

nada tenemos que ver

con ello los de Castilla,

pues de una forma sencilla

se nace por accidente

en Cataluña o Sevilla.

Tenga en cuenta que se nace

donde se echa la semilla

y mis padres dispusieron

que yo naciera en Castilla,

así es que soy Castellano,

en vez de ser de Sevilla.

Pero es que además de eso,

como Castilla es España

y la alumbra el mismo sol

no parece cosa extraña;

como he nacido en España,

tengo que ser Español.

Usted nació catalán

porque quisieron sus padres

y aunque pierda sus encuadres

porque se rompe su rol,

como nació en Cataluña...

tiene que ser Español.

Y es que siendo catalán

es usted Español del todo,

Cataluña está en España

por más que alguno se empeñe,

no puede ser de otro modo

a pesar de su campaña.

No pierda el tiempo pensando

que van a vivir mejor

si se acaban separando;

no hay que dejar que se tuerza

la unión, por nuestro furor

pues la unión, hace la fuerza.

Por eso es que mis consejos

siguen siendo los de antes,

si queremos ser gigantes

y engrandecer la nación

hemos de obrar con razón

y además... ser tolerantes.

Así que, lo dicho amigos;

no se empeñen en su idea

de que somos enemigos,

ustedes no son nación,

son un trocito de España

con una constitución.


Fernando Ríos

sábado, 22 de noviembre de 2014

Democracia

Otra maldita tarde
de domingo, una de esas
tardes que algún día escogeré
para colgarme
del último clavo ardiendo
de mi angustia.
En la calle
familias con niños,
padres y madres
sonrosadamente satisfechos
de su recién cumplido
deber electoral;
gente encorvada sobre radios
que escupen datos, porcentajes
en los bancos.
Corderos de camino al matadero
dándole a escoger el arma
al matarife.

 Roger Wolfe

viernes, 21 de noviembre de 2014

Encima

Encima
Soy el mejor
la gran cresta del momento
el empujón
Soy el mejor
de todos mis yos

Encima
por delante de todos los planos
con  una extensión omnipresente de
sentidos
en huecos no perceptos
ni conceptos
ni lamidos

voy
vivo
y no me veo


Marina

jueves, 20 de noviembre de 2014

EL MAGO RIVERSSON


(Dedicada a mi sobrino Ramón Ríos)

Sus manos son alondras que las mueve

al compás de una música nace

y son gotas de lluvia o copos de nieve

al moverlas tan bien como él lo hace.

Trae un bastón sujeto entre las manos.

Lo venda en un papel y prende fuego,

cuando todos pendientes de él estamos

desaparece sin más, igual que un juego.

Si maneja una vela que ha encendido

se desatan sus artes de gran brujo

y sin ver de donde habrán salido 

dos tórtolas nos ganan con su embrujo.

Una caja, las espadas, la mujer,

un enjambre constante de miradas

queriendo descubrir, queriendo ver

como se clavaran allí tantas espadas.

Entra nuestra mujer en esa caja.

Las espadas se clavan una a una.

¿Será para la dama una mortaja?

¿O tan solo será como una cuna?

¡Expectante; la gente ni respira!

¡Están como embrujados por la espera!

El mago; retira las espadas y las tira

clavándose en el suelo de madera.

¡Abre de par en par aquella puerta!

¡El público nervioso está esperando!

¡Hay gente que cree que saldrá muerta!

¡Pero ella sale viva y saludando!

La magia ha conseguido este milagro

poniendo para ello de su parte

la mente magnifica de un mago

y el magnifico embrujo de su arte.

La gente prorrumpe en ovaciones.

El tetro estalla de contento.

Se suelen escuchar exclamaciones

al proclamar que el mago es un portento.

Un número a comentar

es; “El Castillo Encantado”,

en él se le ve llegar

con un gesto controlado.

Al entrar al escenario

cuelga su capa y chistera,

del bastón por el contrario

sale; una tórtola parlera.

Enciende muy, muy despacio

el pabilo de una vela,

ésta recorre un espacio

y enciende otra nueva vela.

Luego se sienta a mirar

el cuadro de una mujer,

como queriendo esperar

que ella se llegue mover.

¡Hace un gesto imperceptible!

¡Hay en su mano un collar!

¡Parece algo imposible!

¡Al cuadro lo va ha lanzar!

¡Lanza el collar hacia el cuadro!

¡Al cuello con suma gracia

se cuelga con gran descaro

como por arte de magia!

De un bolso, por ilusión

sale un precioso vestido,

lo estira sobre un sillón

sin que haya nadie metido.

Cogiendo después un manto

cubre el sillón y el vestido

y aparece por encanto

la mujer en el metido.

Es la mujer que esperaba.

La que pensó que vendría.

Esa con la que soñaba

y en el cuadro se veía.

Es la magia, la ilusión,

el encanto y fantasía,

la insuperable pasión

que aquel mago desprendía.

Hay muchas más actuaciones

que aquí no voy a explicar,

sobran las explicaciones

ya que no os quiero cansar.

Si quieres ver la belleza

de esta hermosa ilusión

acude a ver con presteza

al gran Mago RIVERSSON.



Fernando Rios

miércoles, 19 de noviembre de 2014

El cementerio del tiempo



El movimiento del vapor de agua blanquecino indica que pronto este día va a ser

finiquitado por otra rotación terrestre más del infinito dinamismo que nunca se detuvo

en más de 4470 millones de años.

Como si este dato no fuera argumento más que suficiente para negar la idea incrustada

en algún recodo del viscoso cerebro humano de que la tierra seguirá rotando a pesar

de que nosotros paralicemos el tiempo psicológico y utópico, muchos individuos

expoliados por los segundos que no fueron, circulan en una autopista con una única

salida hacia los días no vividos.

En la frontera con el país del templo de los minutos olvidados, se encuentran algunos

devotos que se flagelan mirando hacia su divinidad, esperando que ésta les perdoné sus

pecados de gula subversiva.

Muchos otros de la especie inquisitorial que domina el mundo, corren para conseguir

una buena oferta en horas pérdidas entre superfluas y cotidianas preocupaciones que la

amnesia apocalíptica ha eliminado sin ningún reparo.

Más allá de la gran aglomeración de esculturas con riego sanguíneo, en el vasto terreno

que se sitúa justo al lado de la cuneta de una carretera regional introductoria a los

panteones de la gran urbe, algunos seres castigados con la imposibilidad de dejar atrás

lo no olvidado, esperan el último juicio sentados encima de los sepulcros de los años,

décadas y lustros ya disfrutados donde recuerdan que fueron amados.

Divisando el funesto panorama algo lejano, un corazón casi latente contempla los siglos

que construyeron la efímera pero transformable materia testigo de la actividad continua

de los antepasados silentes.

Surcando el cielo, las almas atormentadas que fueron un día corpóreas proporcionan

un silbido sólo percibido por los sistemas auditivos de los analfabetos temporales que

tranquilos y alegres celebran el fin de una jornada sublime.


Judit Pérez

martes, 18 de noviembre de 2014

Percepción.

Tomo tu mano,
abres los ojos,
una ciudad poblada de tristezas se deja arrastrar por la luz.

A las tres de la mañana te dispones a cantar.
No cantas,
algo canta en tu mirada.

El sueño te dice que si,
tú dices que no.
hablo lo que me dicta el sabor de tu cuello.
Un poema nos escribe en este momento.

Al tocarte, toco el viento,
al tocar el viento te toco a ti.
Mis manos abren un hueco en tu memoria.

La oscuridad aparece.
La música danza con la noche.
Oscuridad, música, noche.
En medio de este huracán de sombras,
tus ojos le hablan al silencio.

Las palabras que duermen de día, esperan a la noche para abrir los ojos,
yo las encuentro en tu voz.
Las pronuncias lentamente, con tu acento lejano como una promesa, con tu acento cercano como una promesa.
No las reconozco,
ellas me reconocen a mí.

El invierno inicia su marcha hacia el sur.
La pequeña lluvia nocturna de hoy se llama como tú.
Desde hoy, le hablare a la lluvia para que vengas.


Samuel Rodriguez

domingo, 16 de noviembre de 2014

Възпоминания от Батак - Recuerdos de Batak

(разказ от едно дете)

От Батак съм, чичо. Знаеш ли
Батак?
Хе, там зад горите... много е
далече,
нямам татко, майка: ази съм
сирак,
и треперя малко, зима дойде
 вече.
Ти Батак не си чул, а аз съм
оттам:
помня го клането и страшното
време.
Бяхме девет братя, а останах
сам.
Ако ти разкажа, страх ще те
съземе. 

 Като ги изклаха, чичо, аз видях...
С топор ги сечеха, ей тъй... на
дръвника;
а пък ази плачех, па ме беше
страх.
Само бачо Пеню с голям глас
извика...
И издъхна бачо... А един хайдук
баба ми закла я под вехтата
стряха
и кръвта потече из наший
капчук...
А ази бях малък и мен не
заклаха.
 Татко ми излезе из къщи тогаз
с брадвата в ръцете и нещо
продума...
Но те бяха много: пушнаха
 завчас и той падна възнак, уби го куршума.
А мама изскочи, откъде; не
знам,
и над татка фана да вика, да
плаче...
Но нея скълцаха с един нож
 голям,
затова съм, чичо, аз сега сираче. 


 А бе много страшно там да
бъдеш ти.
Не знам що не щяха и мен да
заколат:
но плевнята пламна и взе да
пращи,
и страшно мучеха кравата и
волът.
Тогава побягнах плачешком
навън.
Но после, когато страшното
замина -
казаха, че в оня големи огън
 изгорял и вуйчо, и дядо, и
стрина.


 И черквата наша, чичо, изгоря,
и школото пламна, и девойки
двесте
станаха на въглен
- някой ги запря...
Та и много още дяца и невести
А кака и леля, и други жени
мъчиха ги два дни, та па ги
затриха.
Още слушам, чичо, как пискат
они!
и детенца много на маждрак 
набиха.



 Всичкий свят затриха! Как не бе
ги грях?
Само дядо Ангел оживя,
 сюрмаха.
Той пари с котела сбираше за
 тях;
но поп Трендафила с гвоздеи
 коваха!
И уж беше страшно, пък не бе
ме страх,
аз треперех само, но не плачех
 веки.
Мен и други дяца отведоха с тях
 и гъжви съдрани увиха на
 всеки.
 

Във помашко село, не знам кое
бе,
мене ме запряха нейде под
 земята.
Аз из дупка гледах синьото небе
 и всеки ден плачех за мама,
 за тата.
По-добре умирвах, но не ставах
 турка!
Като ни пуснаха, пак в Батак
 живях...
Подир две години посрещнахме
Гурка!


 Тогаз лошо време и за тях наста:
клахме ги и ние, както те ни
 клаха;
но нашето село, чичо, запустя,
 и татко, и мама веки не станаха.
Ти, чичо, не си чул заради Батак?
А аз съм оттамо... много е
 далече...
Два дни тук гладувам, щото съм
 сирак,
и треперя малко: зима дойде
 вече.


 Пловдив, 1881
(memorias de un niño)

 De Batak soy, tío¹. ¿Conoces a
 Batak²?
Allí, pasando los bosques…está muy
lejos,
no tengo padre, madre: soy yo un
huérfano,
y tirito un poco, pues el invierno ya
 ha llegado.
Tú no has oído hablar de Batak,
pero yo soy de ahí:
recuerdo la matanza y la terrible
época.
Éramos nueve hermanos, pero me
quedé sólo.
Si te lo contara, el miedo te
invadiría.

 Cuando los degollaban, tío, yo lo
ví…
Con un hacha los cortaban, así… en
el tronco de árbol;
y yo lloraba, pues tenía
 miedo.
Sólo el tío Pénio con una fuerte voz
 gritó…
Y falleció, tío… Y un haiduk³ degolló
 a mi abuela al lado de la casa antigua
Y la sangre corrió por la tierra…
Y yo era pequeño y a mí no me
degollaron.
 Mi papá salió de casa entonces
 con el hacha en mano y algo
dijo…
Pero ellos eran muchos: dispararon
al instante
y él cayó rápidamente, matóle
la bala.
Y mi mamá salió, de donde;
no sé,
y encima de papá comenzó a gritar,
 a llorar…
Pero partieron le a ella con un
cuchillo
grande,
y por eso, tío, soy yo ahora
un huérfano.


 Y daba mucho miedo
estar allí.
No sé por qué no quisieron, a mí
degollarme:
pero el jardín ardió en llamas
 y terriblemente mugían la vaca y el
buey.
Entonces yo corrí llorando afuera.
Pero después, cuando el miedo
pasó –
dijeron, que allí en el fuego grande
 se habían quemado y mi tío, y mi
abuelo, y mi tía.


 Y la iglesia nuestra, tío, se quemó,
y la escuela ardió, y muchachas
 doscientas
se hicieron cenizas – alguien las
forzó…
Y muchos otros niños y muchachas
Y mi hermana y mi tía, y otras
mujeres
las torturaron dos días, y mataron
las después.
Aun escucho, tío, ¡cómo gritan ellos!
y muchos niños en estacas pusieron.




 ¡Todo el mundo mataron! Como no
les dio lástima?
Sólo el abuelo Ángel sobrevivió,
el pobre.
Él dinero para ellos con un cuenco
pedía;
¡pero al pope Trendáfil con clavos
pusieron!
Y supuestamente daba miedo, pero
yo
no tenía miedo,
yo temblaba un poco, pero no
lloraba
ya.
A mí y a otros niños llevaron con
ellos
y rotos harapos pusieron
a todos.

 En un pueblo de pomátsi, no sé
 cuál fue,
a mí me encerraron bajo tierra.
A través de un agujero miraba al cielo azul
y cada día lloraba por mamá,
por papá.
¡Mejor me moría, pero no me hacía
 turco!
Cuando nos soltaron,
otra vez en Batak
viví…
¡Después de dos años recibimos a
Gurka!

 Entonces tiempos malos llegaron
 para ellos:
les degollamos nosotros, tal y como
 ellos nos degollaron;
pero nuestro pueblo, tío,
se quedó desierto,
y papá, y mamá nunca jamás se
levantaron.
Tu, tío, no has oído hablar de
Batak?
Pero yo soy de ahí… está
muy lejos…
Dos días ya paso hambre, porque
soy un
huérfano,
y tirito un poco:
pues el invierno ya ha llegado.

 Plovdiv, 1881




 ¹tío: referencia pragmática. En Bulgaria es común llamar a una persona conocida o desconocida, mayor que el emisor “tío” o “tía” como apelativo antes del antropónimo Batak²: ciudad situada en el suroeste de Bulgaria Haiduk³: figura de los Balcanes que robaba a los ricos y ayudaba a los pobres luchando contra la ocupación otomana Pomátsi: personas cuya lengua materna es el búlgaro, que tienen como religión oficial el islam Gurka: referencia a Rusia y a las guerras ruso-turcas

Traducido por Billy Blinki

sábado, 15 de noviembre de 2014

Чужбина - El país extranjero


Далеч от мила бащинина, 
от драго първо либе, 
на тази чужда земя
разтуха ми не иде. 

Ах, весела е пролетта, 
приятно е времето, 
но тъмен е за мен света 
и тъжно ми сърцето. 

В гората славей като пей,
на жалост отговаря
и тихий ветрец ако вей,
сълзите ми събаря.

 Шумливи, росни ветрове
 тъги не разпиляват;
градински, полски цветове
не ме развеселяват.

 От тукашните красоти
 една не ме привлича,
към тях сърце ми не лети,
не мож да ги обича.



Daléch ot míla báshtinina,
ot drágo párvo líbe,
na tázi chújda zemiá
rastúha mi ne íde.

Ah, vésela e prolettá,
priátno e vrémeto,
no támen e za men svetá
i tájno mi sartséto.

V goráta slávei káto péi,
na jálost otgovária
i tíhii vetréts áko véi,
salzíte mi sabária.

Shumlívi, rósni vetrové
tagí ne raspiliávat;
gradínski, pólski tsvetové
ne me razveseliávat.

Ot túkashnite krasotí
edná ne me privlícha,
kam tiáh sartsé mi ne letí,
ne moj da gi obícha.


Lejos de la amada tierra materna, 
de mi querido primer amor, 
en esta tierra extranjera 
el descanso no llega para mí. 

Ay, agradable es la primavera, 
ameno es el tiempo, 
pero oscuro es para mí el mundo 
y triste mi corazón. 

En el bosque cuando canta el ruiseñor, 
a lástima responde 
y si el viento suave sopla, 
mis lágrimas derrumba. 

Ruidosos, vientos de rocío
tristezas no esparcen; 
los colores de jardín o del campo 
no me alegran. 

De las bellezas de aquí 
ni una me atrae, 
hacia ellas mi corazón no vuela, 
no puede quererlas.


Traducido por Billy Blinki




Petko Slaveikov 

viernes, 14 de noviembre de 2014

Любов под луната - Amor bajo la luna


Не свеждай ти погледа светъл,
не сплитай печали над нас - 
бакалина стар е свидетел 
как свято обичам те аз. 

 Припадне ли нощ
сребролунна, 
открехнат се малки 
врата и в привет сърдечен целуна 
рубина на твойте уста. 

 В небесната шир бледосиня, 
усмихнат се бели звезди, 
а в дреха от лунна коприна 
нощта над сърцата ни бди. 

 Но късно е. В порив прощален 
ний слеем горящи уста, 
а старият, мъдър бакалин 
въздъхне лирично в нощта.


Ne svéjdai ti pógleda svétal,
ne splítai pecháli nat nas -
bakálina star e svidétel
kak sviáto obícham te as.

Pripádne li nosht
srébrolúnna,
otkréhnat se málki vratá
i f privét sardéchen tselúna
rubína na tvóite ustá.

V nebésnata shír blédosínia,
usmíhnat se béli zvezdí,
a f dréha ot lúnna koprína
noshtá nat sartsáta ni bdi.

No kásno e. F pórif proshtálen
níi sléem goriáshti ustá
a stáriat, mádar bakálin
vazdáhne liríchno f noshtá.


No bajes la clara mirada, 
no pases tristeza por nosotros – 
la antigua montaña testigo es 
con qué pureza te quiero yo. 

Cuando llegue la noche 
de luna de plata,
entreábranse pequeñas puertas 
y en un saludo besaré yo 
el rubí de tu boca. 


En el espacio azulado celeste, 
estrellas blancas sonreirán, 
y en vestido de seda de luna la noche
 velará por nuestros corazones. 

 Pero tarde es. En un golpe de despedida juntaremos nosotros las bocas, 
y la vieja, montaña sabia 
líricamente suspirará en la noche.


Traducción de Billy Blinki

 Hristo Smirnenski




jueves, 13 de noviembre de 2014

Обесването на Васил Левски - El ahorcamiento de Vasil Levski

О, майко моя, родино мила,
защо тъй жално, тъй милно плачеш?
Гарване, и ти, птицо проклета,
на чий гроб там тъй грозно грачеш ?

Ох, зная, зная, ти плачеш, майко,
затуй, че ти си черна робиня,
затуй, че твоят свещен глас, майко,
е глас без помощ, глас във пустиня.

Плачи! Там близо край град София
стърчи, аз видях, черно бесило,
и твой един син, Българийо,
виси на него със страшна сила.

Гарванът грачи грозно, зловещо,
псета и вълци вият в полята,
старци се молят богу горещо,
жените плачат, пищят децата.



Зимата пее свойта зла песен,
вихрове гонят тръни в полето,
и студ, и мраз, и плач без надежда
навяват на теб скръб на сърцето.
Oh, madre mía, patria querida,
¿por qué lloras con tanta lástima?
Cuervo, y tú, pájaro maldito,
¿encima de qué tumba graznas de manera tan terrible?


Ay, yo sé, yo sé, madre, tú lloras,
porque eres una esclava negra,
porque tu sagrada voz, madre,
es una voz sin ayuda, voz en un desierto.


¡Llora! Allí, cerca de la ciudad de Sofía,
erguida está, yo la ví, la horca negra,
y tu único hijo, oh Bulgaria,
cuelga de ella violentamente.



Grazna el cuervo de manera fea, terrible,
perros y lobos en los campos aúllan,
los ancianos rezan a dios,
las mujeres lloran, gritan los niños.


El invierno canta su maléfico canto,
los vientos persiguen espinas en el campo,
y frío, y nieve, y lloro sin esperanza
encaminan la tristeza hacia tu corazón.

Traducción de Billy Blinki




Христо Ботев
Hristo Botev

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Аз не съм - Yo no soy

Аз сам не съм, ни тук самси - в заключената стая.
Но кой е Той... но кой си Ти, не зная.
От самота се аз измъчвам - насаме,
кога не бъдем с тебе, както сме.


Не вярвам аз ни в дявола, ни в бога,
но тебе - да те отрека не мога.
Тъй явно шепнеш ти! Кога ли те не чух,
над мене - или в мене? - трезвен дух!

На заблуждения и разкаяния верига
в живота стъпките ми бяха - ум ги не постига;
ти от очите ми превръзката на заблужденията сне
и ги прости - но разкаянията не!



И вярвам в тебе аз, и вярвам аз в покоя
на утрешния ден - но моя или твоя?
Аз чувствувам единосъщата потайна цел
на святост и позор, на всеки земен дел.

И ето ме пак с тебе - и разбита,
душата ми пресипна да те пита:
сред мрътви светила, през будни тъмноти,
за що ти служа аз, къде ме водиш ти?






Yo no soy, ni aquí solo estás – en
el cuarto cerrado con llave.
Pero quién es Él… pero quién eres Tú, no sé.
De soledad sufro yo – a solas,
cuando no somos contigo, lo que somos.

No creo yo ni en el diablo, ni en Dios,
Pero a ti – negarte no puedo.
¡Probablemente esto susurras tú! ¿Cuando no te habré oído, encima de mí o dentro de mí? – sobrio espíritu!

De confusiones  y arrepentimientos una cadena en la vida mis pasos eran – la razón
no les vencía;
de mis ojos tú la venda de las confusiones liberaste
y las perdonaste – pero los arrepentimientos, no!

Y creo yo en ti, y creo yo en la paz
del día siguiente – pero ¿el mío o el tuyo?
Siento yo el mismo objetivo secreto
de algo sagrado y vergonzoso, de cada acción terrestre.

Y aquí estoy otra vez contigo – y destrozada,
mi alma se quedó de preguntarte:
entre los muertos iluminados, a través de oscuridades despertadas,
¿por qué te sigo yo, a donde me llevas tú?

Traducción de Billy Blinki






Пейо Яворов
Peio Yavorov









martes, 11 de noviembre de 2014

Останала България... - Y se quedó Bulgaria…


Останала България
дрипаво сираче,
па седнала на Витоша
и жалостно плаче:
"Деца мои, деца мои,
сирачета жални,
полуживи, окъсани,
мършави и гладни!
Що стоите, що чакате?...
Доста сте търпяле
и от свои, и от чужди,
доста сте бой яле!
Срамота е от хората,
грешно е от бога,
вие не сте скъсан дрипел,
не сте ни подлога;
а сте хора, живи хора,
от майка родени,
юнаци сте, ергене сте,
млади и зелени".
Se quedó Bulgaria,
un pobre huerfanito,
y se sentó en Vitosha¹
y lloraba con lástima:
“¡Hijos míos, hijos míos,
pobres huerfanitos,
moribundos, destrozados,
delgados y hambrientos!
¿Por qué os quedáis quietos? ¿Qué esperáis?...
¡Habéis aguantado demasiado
y de los vuestros, y de los otros,
demasiados golpes os han dado!
Vergonzoso es en los ojos de la gente,
incorrecto es en los ojos de Dios,
vosotros no sois un roto harapo,
no sois objetos
sino que sois personas, vivas personas,
de una madre nacidos,
héroes sois, mozos sois,
jóvenes y fuertes”.

¹Vitosha: montaña

Traducción de Billy Blinki.



Любен Стойчев Каравелов
Lyuben Karavelov 

lunes, 10 de noviembre de 2014

Световната книга - El libro universal

Светът - отворена е книга
и всякой може да успее
по нещо в нея да прочита
и нещичко да разумее...

Но онзи пълно я разбира,
онзи мъдрец и тайновед,
неявни знаци който вижда
вред, гдето спира своя глед...

Не стига само да прочиташ -
и слепий знае да чете:
учи се думи да откриваш
между самите редовце...


Чети наопако в сърцата;
избръщай буквите, рови -
търси онуй, което бяга,
от голий поглед се бои...

И с пръст похващай всяко дело,
пред всяка съвест туряй свещ -
търси срамът на всяко чело,
и сянката зад всяка свещ...
El mundo – libro abierto es,
y todo ser puede conseguir,
en él algo leer,
y algo entender.
Pero aquel  que completamente la entiende,
aquel sabio y conocedor de secretos,
indicios no claros el que ve en todas partes,
 donde detiene su mirada.

No basta con que sólo leas –
hasta el ciego sabe leer:
aprende a descubrir las palabras
entre las propias líneas…

Lee al revés en los corazones;
dale la vuelta a las letras, busca –
busca aquello, que corre,
de la mirada desnuda teme…

Y con un dedo comienza cada
fechoría,
delante de cada alma pon
una vela –
busca la vergüenza en cada frente,
y la sombra detrás de cada vela…

(traducción de Billy Blinki)




Стоян Михайловски -Stoyan Mihailovski 



domingo, 9 de noviembre de 2014

VI


Buenos Aires no es
la ciudad de los amantes

al viajar
las flechas se distraen
el otoño
llega a un lugar equivocado
o no llega

los barcos
como pequeños cortejos
entre palabra y palabra
se beben el viento el odio
la triste rosa sexual

es difícil alcanzar
el enigma que se es

naturalmente
la confusión de estar en un cuerpo
nunca emigra
a lo sumo
Buenos Aires muere
como una ciudad inclinada

tienen miedo los barcos
a no poder salir
a no querer salir
de la jaula obscena del lenguaje

en realidad
nada ha empezado todavía
nada podría empezar
cuando buscamos lo absoluto
y no encontramos sino flechas
distraídas

es así
no tan breve la cárcel
no tan breve el cadáver
de la rosa sexual

para salir hay que entrar
no por la izquierda
sino por la izquierda

los barcos mienten cuando escriben
mienten cuando no escriben
las decisiones toman un cariz
un poco
trágico

oh Sócrates
haz música

un motín
en el hogar del miedo
no resuelve el enigma
del miedo del hogar

a lo sumo
como esas flechas que llegan
y nunca han existido

las palabras
mueren como deben

luz encerrada afuera
ciudad que no he de escribir


María Negroni

sábado, 8 de noviembre de 2014

En el laberinto

Más de veinte mil días avanzando, siempre penosamente,
siempre a contracorriente,
por esta enmarañada fundación donde giran los vientos
y se cruzan en todas direcciones paisajes y paredes tapiándome la puerta.
No sé si al continuar no retrocedo
o si al hallar un paso no confundo por una bocanada de niebla mi camino.
Tal vez volver atrás sea como perder dos veces la partida,
a menos que prefiera demorarme castigando las culpas
o aprendiendo a ceñir de una vez para siempre los nudos de la duda y el adiós,
pero no está en mi ley el escarmiento, la trampa en el reverso del tapiz,
y tampoco podré nacer de nuevo como la flor cerrada.
Habrá que proseguir desenrollando el mundo, deshaciendo el ovillo,
para entregar los restos a la tejedora,
comoquiera que sea, en el extremo o en el centro, a la salida.
He visto varias veces pasar su sombra por algunos ojos,
cubrirlos hasta el fondo;
varias veces graznaron a mi lado sus cuervos.
Perdí de vista fieles paraísos y amores insolubles como las catedrales.
Encontré quienes fueron mis propios laberintos dentro del laberinto,
así como presumo que comienza uno más donde se cree que éste se termina.
Extravié junto a nidos de serpientes mi confuso camino
y me obligó a desviarme más de un brillo de tigres en la noche entreabierta.
Siempre hay sendas que vuelan y me arrojan en un despeñadero
y otras me decapitan vertiginosamente bajo las últimas fronteras.
Recuento mis pedazos, recojo mis exiguas pertenencias y sigo,
no sé si dando vueltas,
si girando en redondo alrededor de la misma prisión,
del mismo asilo, de la misma emboscada, por muchísimo tiempo,
siempre con una soga tensa contra el cuello o contra los tobillos.
A ras del suelo no se distingue adónde van las aguas ni la intención del muro.
Sólo veo fragmentos de meandros que transcurren como una intriga en piedra,
etapas que parecen las circunvoluciones de una esfinge de arena,
corredores tortuosos al acecho de la menor incertidumbre,
trozos desparramados de otro mundo que se rompió en pedazos.
Pero desde lo alto, si alguien mira,
si alguien juzga la obra desde el séptimo día,
ha de ver la espesura como el plano de una disciplinada fortaleza,
un inmenso acertijo donde la geometría dispone transgresiones y franquicias,
un jardín prodigioso con proverbios para malos y buenos,
un mandala que al final se descifra.
Ignoro aquí quién soy.
Tal vez alguien lo sepa, tal vez tenga un cartel adherido a la espalda.
Sospecho que soy monstruo y laberinto.

Olga Orozco

viernes, 7 de noviembre de 2014

¡Piqueteros!

Presos de Villa Las Rosas
acompañan la batalla
heroica de Tartagal:

doscientos los piqueteros
en el corte de una ruta
por el trabajo y el pan

Si un romance yo supiera
o una coplita labrada,
plata y lágrima escribir

en la ruta treinta y cuatro
hubo familias enteras
alzándose en el humo

que corta las carreteras
aquí en el Sur. General
Mosconi: ¡estamos! Monteros:

!También!, Tartagal del norte:
!aquí! y después en Salta
lavan la vergüenza esos

estudiantes que juntaron
a diezmil. Si hacen juego
haremos fuego señores

doscientos ante los mil
policías y gendarmes
que vinieron a barrer

la voz del hambre. Los presos
de Villa Las Rosas dicen
acompañan la pueblada

haciendo su motín. Vuelve
compañeros y tenemos
que aprender, ni siquiera

un romance o coplita
labrada en plata y lágrima
podemos ofrecer

Qué ruta larga... tiempo
da de abrir los ojos
sin olvidarnos

del corazón esta vez.

Diana Bellessi

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Mineral Water

No es la curiosidad metafísica
la que organizó esta excursión
pero igual podemos darnos una vuelta
por la etiqueta de agua mineral.
El bosque es frondoso aunque está domesticado,
cada veinte metros tachos de basura,
quinchos con parrilla y luz artificial, cada diez.
Ráfagas de pavimento suben hacia las colinas
donde los ciervos se pasean indiferentes.

Con movimientos de taichí
una ardilla nos sale al cruce,
otra prefiere aferrarse a la convicción
de que está mimetizada con el árbol.
¿A quién te hace acordar?

Bajo un sol al dente, cerca del río,
las familias preparan sus almuerzos domingueros
según las coordenadas hegelianas…
Cuando se vayan
cuando las puertas del último auto
se cierren de un golpe,
las aves empezarán a graznar
y a acicalarse mutuamente en los árboles.

A más oscuridad más ruido.
Y el parque suena como una casa de videojuegos
al aire libre.

Espinoza: “Si una piedra arrojada al aire
tuviera conciencia de sí misma,
seguramente pensaría
que se mueve por su propia voluntad”.

Ahí va la piedra de Spinoza.
Donde cae, los patos corren desesperados.
El nenito negro se prueba su equipo de fútbol americano,
el chico le dice a la chica: “Si no pensás en nada,
si no pensás, vas a oír al lápiz de Salinger
girando en el sacapuntas”.

Después de la comida viene el postre,
después del postre la siesta.
Ahora hay música en las radios
y el acontecimiento de las generaciones
pasa con indiferencia sobre nuestros cuerpos.

Con pecheras rojas y naranjas
equipos de remeros surcan el río.
Cantan una canción que habla
sobre la sombra que le imprimimos
a lo que intentamos conocer.

Fabián Casas

martes, 4 de noviembre de 2014

Yolleo

Eh vos
tatacombo
soy yo
di
no me oyes
tataconco
soy yo sin vos
sin voz
aquí yollando
con mi yo sólo solo que yolla y yolla y yolla
entre mis subyollitos tan nimios micropsíquicos
lo sé
lo sé                       y tanto,
desde el yo mero mínimo al verme yo harto en todo
junto a mis ya muertos y revivos yoes siempre siempre yollando y yoyollando
        siempre
por qué
Si sos
por qué dí
eh vos
no me oyes
tatatodo
por qué tanto yollar
responde
y hasta cuándo


Oliverio Girondo

domingo, 2 de noviembre de 2014

Ducha y adiós



Para Yehudi Ramírez


La brisa entra por esta ventana.



Sobre la mesa

el trago de ron

que no pudiste acabar

mientras decís,

                        apresuradamente,

que debés trabajar el turno de las ocho.



Me he pasado la tarde

pensando en tu espalda como

en la cuenca más llena de atunes,

porque siempre me han gustado

las bocas azules que saltan y muerden

a la menor insinuación del tacto.

Me ha gustado siempre

el intenso oleaje

que producen tus piernas / en la bañera.



La brisa entra por la ventana

y son ya casi las siete y cuarto.



Me decís que te vas a bañar

                                   y a vestir.



Pienso que debo acompañarte

por deber o por costumbre,

pero te vas al baño

y yo aun no me levanto de la cama.



El agua suena como venida desde

adentro de nosotros

y pienso que deben ser

esos peces que te cubren el cuerpo

cuando te salta el agua encima.



La llave da vuelta con un chirrido

y ya no se oye más el

eco subterráneo en la bañera.

(Si acaso,

una gota o dos

                        desde el tobillo,

por el aire,

hasta la tina).



Te vestís adentro / y al salir,

ya precipitadamente,

decís adiós con un gesto

de la mano.



Veo que llevás el pelo casi seco.



Antes,

solías llegar tarde.



Alexander Obando

sábado, 1 de noviembre de 2014

Devocionario (dibujo a pulso de una noche en San Juan, Puerto Rico)



A Zoraida y Carlos


Et d"avoir vu la mer ouvete comme un oeil 
Guillerme Apollinaire


Ninguna fotografía sabe esconderme del pasado.

En la vieja arquitectura de estrellas cansadas
brotan los días con sus relojes sin cuerda.
Los sonidos y su modernidad.
Las barcas del desprecio siguen arribando:
anclas sangrientas,
banderas de odio.

Llevamos bajo el brazo un compás,
truenos,
el diluvio de plazas y oficinas
donde las rosas se secan,
las tazas de té meditan
mientras el invierno amenaza
y trae consigo
cuerpos de ballenas muertas,
leños que parecen viejos buques.

La perfección de la noche
pinta la tormenta mar adentro.
El destino es un disfraz,
Escapa al sur como las aves.
Es un asesino que regresa a tierra
sin argumentos para envejecer.
Aquí los cruceros descansan
como casas deshechas por la sal.
Las tiendas se adornan con flautas
y serpientes de madera.
Todos los aromas
acaban con la realidad y sus siglos de oleaje,
como un corazón arponeado por el olvido.


David Cruz