martes, 18 de noviembre de 2014

Percepción.

Tomo tu mano,
abres los ojos,
una ciudad poblada de tristezas se deja arrastrar por la luz.

A las tres de la mañana te dispones a cantar.
No cantas,
algo canta en tu mirada.

El sueño te dice que si,
tú dices que no.
hablo lo que me dicta el sabor de tu cuello.
Un poema nos escribe en este momento.

Al tocarte, toco el viento,
al tocar el viento te toco a ti.
Mis manos abren un hueco en tu memoria.

La oscuridad aparece.
La música danza con la noche.
Oscuridad, música, noche.
En medio de este huracán de sombras,
tus ojos le hablan al silencio.

Las palabras que duermen de día, esperan a la noche para abrir los ojos,
yo las encuentro en tu voz.
Las pronuncias lentamente, con tu acento lejano como una promesa, con tu acento cercano como una promesa.
No las reconozco,
ellas me reconocen a mí.

El invierno inicia su marcha hacia el sur.
La pequeña lluvia nocturna de hoy se llama como tú.
Desde hoy, le hablare a la lluvia para que vengas.


Samuel Rodriguez

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