domingo, 30 de marzo de 2014

Canción urgente a un pueblo que camina

Por los fríos caminos de la lluvia,
por todas las veredas que conducen a ninguna parte:
hombres y mujeres avanzan
como silentes autómatas en el frío de la noche.
El cielo se abre paso a duras penas,
la maleza cubre el rostro de los olvidados.
Cae la noche terrible, los días de invierno, caen las palabras,
cae el libro abierto por su derrota
y la ciudad dormida que se desploma bajo el asfalto.

Por todos los caminos oscuros, sin perfiles:
viene la constante humedad de la lluvia,
viene el hombre con su infinita soledad de ciudadano,
vienen todas las veredas de la patria,
todo el frío de las cunetas.
Siguen caminando y dejan en el barro,
los restos del engaño,
las banderas sin nombre, la esclavitud del hábito.

José Cercas Dominguez

sábado, 29 de marzo de 2014

Lamentaciones de un pelo de culo de mujer



I
Es duro cuando sobre la Tierra

En felicidad se ha vivido

Morir triste y solitario

Sobre las ruinas de un viejo culo.

Hace un tiempo en un bosque virgen

Fui plantado sobre la ladera

Que un puro hilillo de orina salpica

Y algunas veces un hilillo de sangre.

II
Entonces, en este soto salvaje,

Los pelos brotaban por los surcos

Y bajo su virginal sombra

Pasaban algunas felices ladillas.

¡Destino fatal! un dedo núbil

Una tarde por allá extravió su rumbo,

Y con su móvil falange comenzó a

Frotar, raspar y laborar...

III
Después del dedo, el pene le sucede,

Y, en sus apetitos ardientes,

Convocando a la lengua en su ayuda,

nos desgarra con sus ávidos dientes.

Vi irse nuestros despojos

Sobre el flujo de las pasiones,

Que toma su fuente en los testiculos

Y va a perderse en la vulva.

IV
¡Ay! la espina está debajo de la rosa,

Y así debajo del placer,

Pronto al borde del osteoma

Los chancros vinieron a desarrollarse.

Y los inhumanos condilomas

Se dibujan por todos los caminos:

En el departamento de la ingle

brincan los jóvenes potros.

V
Pero si el pasado fue propicio,

¿Por qué soñar con el futuro?

¿Y que importa la blenorragia

Cuando queda el recuerdo?

¿No he visto todos los prepucios

Tener en nuestro terreno libre acceso?

¡Aun cuando fuesen rusos,

Sobre todo cuando eran franceses!

VI
Cubrí con mi amistosa sombra

La jineta del escolar,

El miembro de la Academia,

Y el arma del carabinero;

Vi al fosfórico anciano

En un esfuerzo muy breve,

Cargar con su descarnado dardo,

Sin llegar a descargar...

VII
Vi... pero el terrón desierto

Sin más flujos ni reflujos,

Y la matriz muy abierta,

Espera vanamente el pene erecto.

Perdí, hace un año,

A mis compañeros, ya muy viejos,

Y mis bellos pelos del perineo

Han desaparecido en diferentes lugares.

VIII
En los labios de las jóvenes doncellas,

Crezcan en paz, pelos ingénuos,

Adiós, mis primos de las axilas,

Adiós, mis hermanos del ano,

Esperaba, en la última hora,

Ahogarme en el agua de los bidés,

Pero habito en un culo

Que ¡ay! no se ha lavado jamás.

IX
Había hablado ya durante mucho tiempo,

Cuando un viento vivo y precipitado,

Ruidoso, pero no inodoro,

Lo lanzó a la eternidad.

Así, todo regresa a la tumba,

Todo lo que vivió, todo lo que fue,

Así todo cambia, así todo cae,

Ilusiones... y pelos de culo.


Julio Verne 

miércoles, 26 de marzo de 2014

(En tanto no recojas sino lo que tú mismo arrojaste)

En tanto no recojas sino lo que tú mismo arrojaste,
todo será no más que destreza y botín sin importancia;
solo cuando de pronto te vuelvas cazador del balón
que te lanzó una compañera eterna,
a tu mitad, en impulso
exactamente conocido, en uno de esos arcos
de la gran arquitectura del puente de Dios:
sólo entonces será el saber-coger un poder,
no tuyo, de un mundo.

R. M. Rilke

sábado, 22 de marzo de 2014

Rutina del cumplidor obsesivo

Y cuando el tibio formalismo
del qué tal como estás? solo
cae a plomo
y cae como un roce tan denso tan denso
que se ahoga el ruido
al incrustarse
y cansado, cansado
es la voluta que se escapa,
fémur quebrado o llantito de perro
indigente,
     pero no cansado de cansado
sino cansado de sin fuerzas
cuando quiere decir ganas
y el ojo aterido de mirar
por mirar casi sin ver.

Tan solo pido diez minutos para
cagar en paz, si eso
luego masturbarme
sin mucha prisa,
tal que si después no tuviera
que hacer nada.
  24/7 correr
para tomar notas y sostener frentes
colear como un pez en el barro
y luego unas horas
-o siglos o minutos qué se yo-
de reposo hasta que
al alba canta el móvil
y canta (emocionado!)
y gime (estremecido!)
pues que me recompongo
a crujidos (solventes)
para buscar de nuevo
la cuadratura del círculo.
Luis Fuente

jueves, 20 de marzo de 2014

Deseo de ser arquero

Nace para ser caballo ilota y relámpago y cartón y olor y tiembla tierra tiembla. Nacer para ser soplo de vida aliento, crin al galope vienen los cerros hacia mí - hacia ellos nos desplazamos nosotros, violentamente luces, esclavos. Golpe percutido (de los ojos negros sin sombra).

Respira la pausa por todo destino lo que se va, consuelo buscado en los golpes de las pezuñas contra el polvo, mantiene su memoria en las rodillas de los elefantes.

Río que trascurre, la mano del oso descubre en el interior del agua (reflejo en los ojos negros del deseo de ser crin y galope, espíritu, garra, nutria)

Golpe del suelo en los cascotes, golpe del suelo en los pies alargados hacia las estrellas (hacia los muertos).


Voy hacia los muertos, hacia los grandes cañones del desierto. Las plantas señalan el hogar del nacimiento. Para ser, momento antes, miedo hormigón tiembla.


Deseo, dirección, deseo; hacia donde voy los muertos como nutrias disparan sus arcos, y tiembla como retrocedo, voy con los muertos con la piel misma de los pies quemada, una superficie tras otra, tras otra la misma, el mismo miedo, peso que  se pronuncia de correr descalzo hacia mí corren los lugares descalzos, hacia mí los muertos descalzos  yo hacia los muertos  descalzo.

Ruth Llana

miércoles, 19 de marzo de 2014

Matar al cuchillo

Matar al cuchillo con el día blando
con la flexible manera de las cosas
Tarea la madera con sus fibras
el metal raspa el agua
.......................................la materia lo surca
lo surca.
Todo se opone:
el cortable pan
la flor dispersa del humo.

El jugo de la vida
goteando y goteando
le mata el filo.

Rafael Courtoise

martes, 18 de marzo de 2014

(y somos como húngaros epilépticos)

a Gema, por el pie
a nuestros queridos medios que median


y somos como húngaros epilépticos 
con esa puta música balcánicoelectrónica
que no entendemos
si no tenemos con qué meternos

y hoy he salido y he visto
siete pieles rojas con sus plumas
manifestándose porque los búfalos
están protegidos por Greenpeace y la UNESCO

y mi amiga budista dice
que no come carne
pero sí pollo
porque hoy el pollo representa
un estado nuevo
alterado de la materia

ni líquido ni sólido ni gas ni plasma

pollo

hemos amigos creado el estado pollo
para que los budistas zen
puedan comer
lo que comen
los que comen carne

IGUALDAD

HOMBRE MUJER
HOMBRE ANIMAL
MUJER HOMBRE
MUJER ANIMAL
ANIMALA HOMBRE
ANIMALA MUJER
ZOOFILIA

zoofilia y pedo(efebo)filia son dos antiguas prácticas humanas injustamente condenadas

¿y qué pasa con los hungaros esos?
¿qué pasa en Hungría?
no...
no era Hungría...

era en...
¿Ucrania?

Sí, eso, en Ucrania
¿Qué que pasa en Ucrania?
que el 15-M de allí, dicen, que toman, sí, que están tomando las armas
y que son como nosotros pero disparan

y nosotros epilépticos
sometidos al bombardeo incesante
con esa puta música balcánica
que no entendemos
si no decimos quién es malo y quién es bueno;
si no tenemos con quién meternos. 

Loro


domingo, 16 de marzo de 2014

Creía yo


No a todo alcanza Amor, pues que no puede
romper el gajo con que Muerte toca.
Mas poco Muerte puede
si en corazón de Amor su miedo muere.
Mas poco Muerte puede, pues no puede
entrar su miedo en pecho donde Amor.
Que Muerte rige a Vida; Amor a Muerte.

Macedonio Fernández


viernes, 14 de marzo de 2014

Reinventar el amor (IX)

Vienen danzando por la colina el Loro que habla, el Mono que 
        gesticula y el Lagarto que mira y sobrevive.
Descubrirte es tener el alma como esponja seca
y estrujarla hasta el fin del mar o el comienzo del mundo:
así, arde un mapa en los sueños de un niño;
arde una casa en una nube que arde.
               Sólo veo tu sonrisa como un arco iris blanco sobre los
                                                                   manicomios.
¿Es que estoy solo?
             Si te amé yo no puedo estar solo; todo perdura.
¿Si te amé por qué enumero las camas donde hemos fornicado?
Y el fin de la mar no está en los náufragos
ni en los faros solitarios como aerolitos solitarios,
sino en los pobres bañistas alborozados
-piel negra bikini, peones mordidos y tostados-
y en una muchacha, sentada en la arena, descansando.
Y Amor golpeará tu puerta y verás navegantes remando
       en los canales de tu corazón.
¿Y el trompo de la libertad bailará en tu uña?
¿Y si no te amo por qué enumero las camas donde hemos fornicado?
Y amor vendrá con Lucha de Clases
                                                          en un punto decisivo
                                ¡Bang, bang!
De la infrarrealidad venimos, ¿a dónde vamos?

Roberto Bolaño

jueves, 13 de marzo de 2014

Camina

El joven camina
nocturno.

Fatiga las veredas de Granada.

A su alrededor llueve
el joven piensa
¿por qué le dirán el centro
a la parte de plaza de mayo1
si el centro
más bien debedestar en quéséyó enotraparte capaz
entre puán y primera junta o masacá talvez
del lado parque centenario sí porquénó o quizá
       en la cabeza del librero que entrega
    con gesto de aburrimiento honesto aburrimiento
aquel libro a una joven
–pienso en edredones camas cálidas de vos–
aquel libro de poemas ahorcados que nadie pudo/quiso/se atrevió a entender
–25 pesos por semejante cáncer– el centro –por dónde
iba ah es sierto por
qué.
¿Por qué le dirán el sentro?

El joven se dirige a la estación de buses el
místico lugar de reunión
e inscribe este poema en mi memoria. Alrededor llueve
–––––––––––––– pero no conmigo.



______________________________________________
1      piensa en almohadas y en la lluvia2

____________________________________
2        llueve en hostales corruptos y desesperados


Munir.

miércoles, 12 de marzo de 2014

lUna mIguel

Xa luNa Migel
Isabel Koixet

L4 p'€s1a €s out.
L4 4nt1-p'€s1a €s out.
Iiebar jafax d€ p_st_ es out.
K0lller... ah... e·o sí ke €$ OuT.

?xE€ plejunt_N k€ €X in¿¿¿?

LO 1N ex s€r lun_ mIjel.

L_N_ es MOY IN.

7E KºErº L-2(.

$0I0 IWNA n0 E$ L0 Vustan_te Fankee xA s€R uÑÄ gl0b 7RRo77a!!!!


Jema Báylis


martes, 11 de marzo de 2014

Tres poemas martianos

One

Conozco al monstruo,
he vivido en sus entrañas.
Saben bien.

Two

Conozco al monstruo,
he vivido en sus entrañas.
Yo también soy un monstruo.

Three

Conozco al monstruo,
y el monstruo me conoce a mí.
Somos felices en nuestro conocimiento

Gustavo Pérez Firmat

lunes, 10 de marzo de 2014

Variaciones sobre un 10% de descuento (III)

No dé la cara al peligro
huya antes de que llegue
escápese
no caiga en el túnel del tiempo
no mendigue sonrisas de su mejor enemigo
escápese
escápese y compre
no compre en incómodos plazos
compre objetos que sonrían
un cartel, una muñeca, un reloj
un bolso, un pañuelo
un collar, un libro, un disco
un vestido, unos calcetines
                                          y no pregunte
el nombre de todos los productos
ni su numero
                      es infinito
y ambiguo como su procedencia

no pregunte por su procedencia
es un secreto de mundos prohibidos
James Bond no permite revelarlo
y Vd. está en peligro
huya antes de que sea demasiado tarde
tampoco se fie de su peor amigo
escápese y compre en el drugstore

le haremos, por éstas, un 10% de descuento

Manuel Vázquez Montalbán

domingo, 9 de marzo de 2014

Don Nadie asomado a la ventana

Llegas a Manhattan porque has leído un libro
-Poeta en Nueva York como guía turística-,
porque alguien te habló de pintar estrellas
en la azotea del World Trade Center,
y no hay mejor plan que rellenar de versos la Zona Cero,
y beberte el Hudson como un expolio
mientras lloramos a los vivos.

Y un niño muerto en el espejo
de una tienda de la Quinta Avenida
resulta ser el que esto escribe.
Me veo de lejos en una orilla de un cuadro
con fondo de dos torres,
si me encuentro entre los amigos que perdí,
que olvidé retratar en mi banda sonora.

He engañado al niño conmigo mismo
en bares de nombre impronunciable
donde no cerraban nunca.
(De repente la vida es una broma,
de repente se aparece la muerte
como un taxi que no te corresponde).
No sospeché encontrarme asomado a la ventana
de un rascacielos a punto de venirse...

Luego, ya se sabe, la nada.
La vida que hay debajo del asfalto.

Daniel Aldaya


viernes, 7 de marzo de 2014

Carteros

      Carteros:
hoy os quiero hacer un verso

      a vosotros
que recorréis nuestras ciudades
      con todo el otoño    de las castañeras
porque pronto
    seréis sustituidos por drones.
Munir


jueves, 6 de marzo de 2014

La canción del croupier de Mississippi

Fumo mucho. Demasiado.
Fumo para frotar el tiempo y a veces oigo la radio,
y oigo pasar la vida como quien pone la radio.
Fumo mucho. En el cenicero hay
ideas y poemas y voces
de amigos que no tengo. Y tengo
la boca llena de sangre,
y sangre que sale de las grietas de mi cráneo
y toda mi alma sabe a sangre,
sangre fresca no sé si de cerdo o de hombre que soy,
en toda mi alma acuchillada por mujeres y niños
que se mueven ingenuos, torpes, en
esta vida que ya sé.
Me palpo el pecho de pronto, nervioso,
y no siento un corazón. No hay,
no existe en nadie esa cosa que llaman corazón
sino quizá en el alcohol, en esa
sangre que yo bebo y que es la sangre de Cristo,
la única sangre en este mundo que no existe
que es como el mal programado, o
como fábrica de vida o un sastre
que ha olvidado quién es y sigue viviendo, o
quizá el reloj y las horas pasan.
Me palpo, nervioso, los ojos y los pies y el dedo gordo
de la mano lo meto en el ojo, y estoy sucio
y mi vida oliendo.
Y sueño que he vivido y que me llamo de algún modo
y que este cuento es cierto, este
absurdo que delatan mis ojos,
este delirio en Veracruz, y que este
país es cierto este lugar parecido al Infierno,
que llaman España, he oído
a los muertos que el Infierno
es mejor que esto y se parece más.
Me digo que soy Pessoa, como Pessoa era Álvaro de Campos,
me digo que estar borracho es no estarlo
toda la vida, es
estar borracho de vida y no de muerte,
es una sangre distinta de esa otra
espesa que se cuela por los tejados y por las paredes
y los agujeros de la vida.
Y es que no hay otra comunión
ni otro espasmo que este del vino
y ningún otro sexo ni mujer
que el vaso de alcohol besándome los labios
que este vaso de alcohol que llevo en el
cerebro, en los pies, en la sangre.
Que este vaso de vino oscuro o blanco,
de ginebra o de ron o lo que sea
—ginebra y cerveza, por ejemplo—
que es como la infancia, y no es
huida, ni evasión, ni sueño
sino la única vida real y todo lo posible
y agarro de nuevo la copa como el cuello de la vida y cuento
a algún ser que es probable que esté
ahí la vida de los dioses
y unos días soy Caín, y otros
un jugador de poker que bebe whisky perfectamente y otros
un cazador de dotes que por otra parte he sido
pero lo mío es como en «Dulce pájaro de juventud»
un cazador de dotes hermoso y alcohólico, y otros días,
un asesino tímido y psicótico, y otros
alguien que ha muerto quién sabe hace cuánto,
en qué ciudad, entre marineros ebrios. Algunos me
recuerdan, dicen
con la copa en la mano, hablando mucho,
hablando para poder existir de que
no hay nada mejor que decirse
a sí mismo una proposición de Wittgenstein mientras sube
la marea del vino en la sangre y el alma.
O bien alguien perdido en las galerías del espejo
buscando a su Novia. Y otras veces
soy Abel que tiene un plan perfecto
para rescatar la vida y restaurar a los hombres
y también a veces lloro por no ser un esclavo
negro en el sur, llorando
entre las plantaciones!
Es tan bella la ruina, tan profunda
sé todos sus colores y es
como una sinfonía la música del acabamiento,
como música que tocan en el más allá,
y ya no tengo sangre en las venas, sino alcohol,
tengo sangre en los ojos de borracho
y el alma invadida de sangre como de una vomitona,
y vomito el alma por las mañanas,
después de pasar toda la noche jurando
frente a una muñeca de goma que existe Dios.
Escribir en España no es llorar, es beber,
es beber la rabia del que no se resigna
a morir en las esquinas, es beber y mal
decir, blasfemar contra España
contra este país sin dioses pero con
estatuas de dioses, es
beber en la iglesia con música de órgano
es caerse borracho en los recitales y manchas de vino
tinto y sangre «Le livre des masques» de Rémy de Gourmont
caerse húmedo babeante y tonto y
derrumbarse como un árbol ante los farolillos
de esta verbena cultural. Escribir en España es tener
hasta el borde en la sangre este alcohol de locura que ya
no justifica nada ni nadie, ninguna sombra
de las que allí había al principio.
Y decir al morir, cuando tenga
ya en la boca y cabeza la baba del suicidio
gritarle a las sombras, a las tantas que hay y fantasmas
en este paraíso para espectros
y también a los ciervos que he visto en el bosque,
y a los pájaros y a los lobos en la calle y
acechando en las esquinas
«Fifteen men on the Dead Man's Chest
Fifteen men on the Dead Man's Chest
Yahoo! And a bottle of rum!»

Leopoldo María Panero

miércoles, 5 de marzo de 2014

Burócrata

Fui al mar a bañarme en la ola número
4734265870976285185530987635421674397868453997286549023819763948501837465947797928566835601756475658372910184756574658564785287103847562947564069831526480º94770107154759503873466585849103847565848494461948201638946750173826383648249271830465428654217869474537371836302846597583659663492548554754648264956384638143748464850673547595625475183558562849154845381044386409584482395845339847476298537895432478948820486749676958566856584748558658565856458936342846694768566756482948505756485658467853275896779786746245336576879466845573514756374483687645647746667558364879247e7e7253447890172515373838.ARZx38675298757629778649983957475408729576563956385675937594639563SxIT.4328759473906755653t4354546437773q548484694wr8649t6r9eh683tcb747338tyu98y2yt2t2t2ui22u2y25w32526384634628282829292929292822u28282822828282927636484626736272634784647584759384h6783hr6y3yd7e63548749375658375657281038578e78783764y494657483gf745648586575262548596947474635241425647474858354738366455789228768265748982667245672865728528876857658728745757562858578757587858457758456875643857358745385738573857365837568756385768573857365857685734563857685374658375687563857685743658375685768475638576823756847568375683756385763853856857583567856875685638568576587658375685763587568345685687568568568576348574365856856856856385685298529568356738562985683275987569284568234562835672837563857638562856826856283652867529563856385628576298562837563856283562857628956285629528692562969856283562928692892693265925628628628562985629835629856298529569562956258256283562856285683563856285685685685658658568568658658568562856285269269256295835682562856856856857658578598956856856586856587658756585692857562856587365837568573658356385635863385638576385763856385638638653856385638576358735638756756385693652997590135278325867-XL.
   
    Estaba fresquita.
Isabel Mellado.

martes, 4 de marzo de 2014

El camino se alzó...

¿Cuántas veces morirás? ¿Cuántas lenguas caminarás para llegar?
El camino se alzó contra el camino. Se dividieron nuestros pasos.

"¡Murió el héroe!
¡Viva el monte!"

¿Cuántas veces prepararás, por mí, por ti, dos tiendas sobre las playas?
¿Cuántas veces vendrás al reino de las violetas, sin encontrar violetas?
No llores por mis ojos, y llévame, para que lleve yo algún sueño enrojecido
por una sangre que nos da nombre y nos arrastra hacia lo que no sé.
No, no encontramos más río para correr que éste; vayamos, pues, con él.
Ciudades vienen y se ocultan en nosotros,
y desde nuestra mano a nuestra sangre hay un cosmos sin cercos,
sólo por el espino de la infancia.
¡Cuánto vimos! ¡Cuánto vimos en los cuatro vientos!
Ciudades vienen y en ellas nos ocultamos,
y salimos como rehenes cuando nos afrenta la esperanza.

"¡Murió el héroe!
¡Viva el monte!"


Mahmud Darwix

N. Traducción de Pedro Martínez Montávez



lunes, 3 de marzo de 2014

(había tantas formas)

había tantas formas
de ganarle al tiempo
la niña azul temblaba
desnuda en la nevera
con gritos de hojalata
pinceles por si acaso
caballos blancos
caballos blancos
una bata manchada
por los cuentos de hadas
ciudades blancas
ciudades blancas
y luego un muro

Isabel García Mellado

domingo, 2 de marzo de 2014

Me canso de ser hombre



Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin Embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas...

Pablo Neruda