viernes, 3 de enero de 2014

Una poesía

Mi nombre no dice nada a nadie pero es mi nombre
La oscuridad reparte gratuitamente astros y ratones
Los poemas se meten dentro de uno como la humedad en los huesos
Todas las mentiras son inéditas
Las naturalezas muertas gazapos que apenas abren los ojos
No es mi intención llevar a un manatí a un motel con camas de agua
He sido vencido por los mejores y mi capricho no es problemático
Algún día en algún cuarto de hotel me volveré a encontrar con tus manos
Ya es hora de que resuciten los que sufren
Los ahogados regresan a la playa y juegan al fútbol
Termina el eclipse de Sol y comienza el supereclipse de los lunáticos
Las novias fuman dulces cigarrillos baratos en el asiento trasero
Celosas de los resultados en el bingo de las estrellas
Por fin voy a cumplir mi promesa a cuanto no merece la pena
Ven, entra, sube, baja a mi casa, las llaves de la vida cantan por dentro
Tengo una cicatriz en el corazón por donde el cartero me echa la correspondencia
Camiones traednos los resultados
Escribió Breton con la ayuda de su copiloto don Felipe Soupault
Camisones traednos los resultados
Escribí yo sin la ayuda de nadie
Cuatro ojos en movimiento no ven tantísimo más que dos
Los poetas cazurros desconfían de las estrellas del sueño

Juan Carlos Mestre

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