miércoles, 6 de abril de 2022

La madre triste

 Duerme, duerme, dueño mío,

sin zozobra, sin temor,

aunque no se duerma mi alma,

aunque no descanse yo.


Duerme, duerme y en la noche

seas tú menos rumor

que la hoja de la hierba,

que la seda del vellón.


Duerma en ti la carne mía,

mi zozobra, mi temblor.

En ti ciérrense mis ojos:

¡duerma en ti mi corazón!


Gabriela Mistral

No hay comentarios:

Publicar un comentario