viernes, 17 de junio de 2022

Tormenta Tropical

 Cómo suena la tormenta,

Lleva su voz agitada

Contra la clara cara del albor.


La pasión de su anhelo

Crecida va y el ruido eterno

Que lo acompaña repercute

Errante y revoltosa.


Y yo la escucho silbar con la lluvia

Y al molesto trueno abatido que

Abre paso al engarzo

Del combate de su sombra

Y su soledad.


Con su puño golpeará gustosa

Sacudiendo el vientre de la tierra

Y atrevida de pánico me llena

Ya que orgullosa es su melena

Roja, despeinada y golosa.


Ivette Mendoza Fajardo


jueves, 16 de junio de 2022

Juicio final

 La tierra convulsiona,

sufre fiebre por el desamor

los mares nauseabundos,

arquean sus aguas

y las escupen sobre las ciudades

los cráteres expelen la escoria

y el cielo llora incesantemente.

la columna vertebral del mundo se ha inclinado

con el peso del sufrimiento.


Leyla Torres


miércoles, 15 de junio de 2022

Visión del enemigo

El pelo que has dejado en nuestro lecho,

en los distintos lugares donde nos hemos amado,

como dos caballeros que acuden a un duelo,

se hizo nido en mi garganta,

soga alrededor de mi cuello.


Trozos de tu piel se esconden

entre los pliegues de nuestra sábana,

bajo mis uñas,

entre mis dientes.


Veo tu cuerpo desnudo y traicionado.

Me pregunto:

¿Dónde podría hundir el cuchillo antes que despiertes?

¿En qué parte la muerte te resultará más certera?

¿Dónde sino en mi pecho?




Héctor Avellán


martes, 14 de junio de 2022

Camposanto rural

 En este camposanto rural descansar quiero

para siempre,

aquí, junto a los míos.


Cubierto de altas hierbas

con nidos de palomas y conejos,

los árboles hojosos

agobiados de flores y de mieles,

los pájaros brillantes

tirando, chupando, revoloteando,

la tierra olorosa siempre tierna

como tierra de mayo,

y los lentos mugidos de las vacas

llegando a yacer sobre las tumbas de los amos.


Aquí descansar quiero,

muy cerca de los muertos de los barrios;

de mis compañeritos de vagancia,

Luis Campos, José Castro, Los Lagunas,

que envejecieron y murieron,

y se vinieron aquí desde hace tiempos,

y acostados están oyendo el río,

las aguas oyendo de sus baños y sus risas,

oyendo y recordando para siempre.


Aquí descansar quiero,

aquí junto a los míos,

no en polvo convirtiéndome:

en tierra fresca y tierna de mi tierra.


Luis Alberto Cabrales


lunes, 13 de junio de 2022

¡Oh vientre suave!

 ¡Oh vientre suave! Taza, pluma, seda.

Cómo encuentro la paz, allí, y la ternura.

Corre mi mano tranquila y segura.

Y la vida es bella. Es bella, Oh Leda!


Será imposible ya, que el pecho pueda

contener dicha más grande y más dulzura.

Existe el cielo y existe la hermosura

y no importa saber que nada queda.


Se acallan mis preguntas y mis dudas.

La noche es simple, el sueño es blando

y no sé lo que irá a pasar mañana.


La Muerte y la Esfinge están mudas.

Ignoro el dónde, el cómo y el cuándo

por ti, nido de amor, dulce manzana.


Octavio Robleto


viernes, 3 de junio de 2022

Der Panther

 (Im Jardin des Plantes, Paris)


Sein Blick ist vom Vorübergehn der Stäbe

so müd geworden, dass er nichts mehr hält.

Ihm ist, als ob es tausend Stäbe gäbe

und hinter tausend Stäben keine Welt.


Der weiche Gang geschmeidig starker Schritte,

der sich im allerkleinsten Kreise dreht,

ist wie ein Tanz von Kraft um eine Mitte,

in der betäubt ein großer Wille steht.


Nur manchmal schiebt der Vorhang der Pupille

sich lautlos auf -. Dann geht ein Bild hinein,

geht durch der Glieder angespannte Stille –

und hört im Herzen auf zu sein.


(En Le Jardín des Plaintes; Paris)


Su mirada, cansada de ver rejas,

ya no retiene nada.

Cree que el mundo está hecho rejas

y, más allá, la nada.


Con su caminar suave, sus pasos fuertes y flexibles,

gira sobre sí en un círculo estrecho;

al igual que las fuerzas alrededor de un centro

en el que, alerta, habita una voluntad invencible.


Algunas veces se alza el telón de sus párpados,

muda, una imagen viaja hacia adentro,

recorre la calma tensa de sus miembros,

y cuando cae en su corazón, se funde y se desvanece.


Rainer María Rilke

jueves, 2 de junio de 2022

Einfache Sterne (Estrellas simples)


Vergeblich schön der 

Februarsonnenuntergang am 

Ausgefransten Sumpfrand. 

Das Herz hat einen Riss 

Weiss nicht ob es 

März sieht die 

Veilchenaugen.


Vanamente bella la 

Puesta de sol de febrero en el 

Borde franjeado del pantano. 

El corazón tiene una grieta 

No sabe si 

Va a ver marzo 

Los ojos de violeta. 


Sarah Kirsch

miércoles, 1 de junio de 2022

Vergessen (Olvidar)

 I soll meine Liebe vergessen

um meiner Zukunft willen

aber ich kann meine Zukunft

nirgends mehr sehen


Ich soll meine Liebe vergessen

um meiner Würde willen

aber meine Würde

ist gar nicht da


Ich soll meine Liebe vergessen

aus vielen praktischen Gründen

aber es fällt mir

nicht ein einziger ein


Ich soll meine Liebe vergessen

aus Liebe zu der ich liebe

Kann ich das?

Liebe ich sie genug?


Yo debo mi amor olvidar

por mi futuro

pero no puedo ver mi futuro

en ninguna parte


Yo debo mi amor olvidar

por mi dignidad

pero mi dignidad

realmente no existe


Yo debo mi amor olvidar

por muchas prácticas razones

pero ni una razón

me viene a la cabeza


Yo debo mi amor olvidar

por el amor a ella, a la que amo

¿Puedo yo esto?

¿La amo lo suficiente?

 

Erich Fried

martes, 31 de mayo de 2022

Schwarze Katze (Gato negro)

Ein Gespenst ist noch wie eine Stelle,

dran dein Blick mit einem Klange stößt;

aber da an diesem schwarzen Felle

wird dein stärkstes Schauen aufgelöst:


wie ein Tobender, wenn er in vollster

Raserei in Schwarze stampft,

jählings am benehmenden Gepolster

einer Zelle aufhört und verdampft.


Alle Blicke, die sie jemals trafen,

scheint sie also an sich zu verhehlen,

um darüber drohend und verdrossen

zuzuschauern und damit zu schlafen.

Doch auf einmal kehrt sie, wie geweckt,

ihr Gesicht und mitten in das deine:

und da triffst du deinen Blick im geelen

Amber ihrer runden Augensteine

unerwartet wieder: eingeschlossen

wie ein ausgestorbenes Insekt.


Un fantasma, aunque invisible, todavía es algo

en lo que tu mirada puede reflejarse;

pero, en aquella piel negra, esa mirada, aun la más penetrante

se disolverá y finalmente se extinguirá:


así, como un loco furioso, cuando nada mas

puede aliviarlo, se desahoga en su oscura noche,

aullando, golpea la pared acolchada, y siente

que su ira se desvanece y se apacigua.


Ella parece ocultar en su piel todas las miradas que alguna vez

la acariciaron, de modo que, como una audiencia,

pueda vigilarlas, amenazante y taciturna,

y enrollarse a dormir con ellas.

Pero súbitamente, como si despertara,

vuelve su cara hacia la tuya;

y, conmocionado, te ves a ti mismo, diminuto,

dentro del ámbar dorado de las orbitas de sus ojos,

suspendido, como un insecto prehistórico.


Rainer Maria Rilke


 

Der vampir

 Mein liebes Mägdchen glaubet

Beständig steif und feste,

An die gegebnen Lehren

Der immer frommen Mutter;

Als Völker an der Theyse

An tödtliche Vampiere

Heyduckisch feste glauben.

Nun warte nur Christianchen,

Du willst mich gar nicht lieben;

Ich will mich an dir rächen,

Und heute in Tockayer

Zu einem Vampir trinken.

Und wenn du sanfte schlummerst,

Von deinen schönen Wangen

Den frischen Purpur saugen.

Alsdenn wirst du erschrecken,

Wenn ich dich werde küssen

Und als ein Vampir küssen:

Wenn du dann recht erzitterst

Und matt in meine Arme,

Gleich einer Todten sinkest

Alsdenn will ich dich fragen,

Sind meine Lehren besser,

Als deiner guten Mutter?


Mi querida y joven doncella se alza

Inflexible, rápida y firme

En todos los viejos arcanos

De una madre siempre verdadera;

Como en los vampiros inmortales,

La gente de estos portales

Cree con la fe de los mercenarios.

Pero mi Christine derrocha su tiempo,

Y desgasta de mi amor su lamento,

Hasta que yo mismo, vengado,

Brinde a la salud del vampiro

En la pálida copa de los reptiles.

Y cómo al dormir eres delicada

Hasta ti llegaré arrastrándome,

Y la sangre de tu vida será drenada.

Así podrías en vano temblar

Pues en la penumbra he de besarte,

Y sobre el umbral de la muerte

Cruzarás con espanto,

Envuelta en mis fríos brazos.

Por último os preguntaré,

Oponiendo este mundo que se abre

¿Cuáles son los encantos de tu madre?


Heinrich August Ossenfelder

viernes, 27 de mayo de 2022

Vecindad de Logroño

 Anotar: en la siesta que arde

la noche voluntaria hace señas,

desde lejos, ubicua,

en la constancia amarilla. Anotar:

viñas verdes sobre tierra roja. Anotar que

la liebre, presa y escándalo,

desea al faro que la inmoviliza.

Anotar: abismos soleados

en días cuyo nombre es legión.


Juan José Saer


jueves, 26 de mayo de 2022

Cuarto solo

 Si te atreves a sorprender

la verdad de esta vieja pared;

y sus fisuras, desgarraduras,

formando rostros, esfinges,

manos, clepsidras,

seguramente vendrá

una presencia para tu sed,

probablemente partirá

esta ausencia que te bebe.


Alejandra Pizarnik

miércoles, 25 de mayo de 2022

Leche de la Underwood

 Por delicadas que sean, las mañanas

envilecen; lo destructible vacila

y lo que pareciera, frente a nosotros, perdurar,

no nos acoge, menos cruel que indiferente. Animal

anónimo, por más que grites, nadie escucha,

y ni por lejos la lengua es la que conviene.

Existe, tal vez, en alguna parte, un idioma,

nadie niega, pero habría que desandar,

salir, si fuese posible, del centro de la noche,

y empezar de nuevo con otra clase de balbuceo.

Tantas tardes que resbalan:

ya no se sabe

en qué mundo se está, y sobre todo si se está

en un mundo. Se muerde

un fantasma de manzana, mientras sigue merodeando,

como desde un principio, lo oscuro. Destellos

de un sol de invierno en la ciudad

transparente; brillos, rápidos o lentos,

que algunos blanden como pruebas

abandonándose, soñadores, su tibieza. Entre tantas

estrellas, esperanzas: relentes

de un reino animal.



Juan José Saer