Muerte, mi Señora y Dueña Muerte,
Tu abrazo, ¡debe ser tan bueno!
Lánguido y dulce como un dulce lazo
Y como una raíz, sereno y fuerte.
No hay mal que no sane o no conforte
Tu mano que nos guía paso a paso,
En ti, dentro de ti, en tu regazo
No hay triste destino ni mala suerte.
Doña Muerte de los ojos de terciopelo,
¡Cierra mis ojos que ya todo lo vieron!
¡Sujeta mis alas que ya volaron tanto!
Vine de la Moirama, soy hija de rey,
Mal hada me encantó y aquí quedé
A tu espera... ¡quiebra el encantamiento!
Florbela Espanca
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