100 años de relatividad –es lo
que dice en una estampilla, y de alguna
manera soy feliz inesperadamente: así la
tradición puede contener todo, el colapso
del clima y el escenario de la cajera en el banco, que
me aconseja buscar un tercer trabajo. No puede
seguir así, dice, para siempre–
aunque de todas maneras no importa, uno fracasa
de caso en caso hacia adelante: ¡hacia el éxito!
Así se desvía, con un movimiento de muñeca,
de ser el ángel de la catástrofe, alegremente
hacia la última página de
un contrato de por vida.
Rainer Stolz
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