que había algo en lo que creer
que había
una tarde
(o una habitación)
yacía -hacía el muerto -estaba tumbada-- en mi cama
las esquinas de este cuarto
limpieza
una limpieza
necesitan -les hace falta-
la tarde acabó
con la puesta de sol
la tarde acabó
con mi fe,
con mi cuarto
con la tarde
con la mierda de las esquinas
la tarde acabó
conmigo.
Pero en ese momento no le di ninguna importancia.
Gema Baileys
Y sin embargo te quedaron ganas de escribir, con eso no pudo la terrible tarde.
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