Los sueños duermen
al lado de uno mismo.
Mas son, por el momento, inalcanzables.
Si tiendes las manos para agarrarlos,
estos, entre dedos, se resbalan.
Contigo, igual me pasa.
Duermes a mi lado mientras mi vigilia.
Intranquila, pues la cama es locutorio,
lugar para narrar nuestros problemas.
Se olvida así el amor.
Solo surge el miedo.
Miedo a despertarte.
Salgo de la cama poco a poco.
Paro en el lavabo. Luego en la cocina.
Lleno de elixir mi propio vaso.
Merlot que no Merlín.
¿Magia? No. Desgracia.
Las lágrimas que tuve ahora son tinta.
Tinto.
Y tú, mientras, durmiendo
aquí, en el mismo lecho.
Y yo soñando contigo,
pues duermen mis sueños
al lado de mí.
Julio Achútegui
No hay comentarios:
Publicar un comentario