No se lo perdonarán, ni ellos ni nosotros.
He perdido el miedo a que te vayas
porque siempre vuelves.
Cuando me prendo fuego
sólo tus lágrimas apagan el incendio.
Cuando te abro, se va el hombre
que me espera triste y desasistido.
Y bailo para ti, en ese cielo de tormentas ocres
que da cobijo a puestos malditos y delirantes.
Soy el rey de la selva, danzan los espectros
y la vida sigue siendo una pregunta inalcanzable.
Charly Efe
visceral. sincero. ¡bien!
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