ver mi cara,
supuestamente simétrica
y hermosa.
No quiero ser una guapa,
ni lo quiero parecer
quiero ser.
Dejar de una vez de hablar,
de pureza,
de integridad,
cuando me llevo la contraria,
de constante
y acabo llorando.
En una ducha de mármol,
bajo la mirada atenta,
de aquella mujer,
niña,
que me destruye,
y que sé,
que por mucho que lo intente,
nunca voy a ser.
A Víctor Sierra, que dice que soy guapa.
Ángela de Luis
Lo es.
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