Me dicen que allá las playas son negras
De lava encaminada a la mar
Y se extienden al pie de un inmenso pico humeante de nieve
Bajo un segundo sol de canarios salvajes
Cuál es pues ese lejano país
Que parece extraer todo su esplendor de tu vida
Tiembla muy vivo en la punta de tus pestañas
Suave a tu tez como un paño inmaterial
Recién salido del arca entreabierta de las eras
Detrás de ti
Lanzando sus últimos fuegos sombríos entre tus piernas
El suelo del paraíso perdido
Vidrio de tinieblas espejo de amor
Y más abajo hacia tus brazos que se abren
Es prueba por la primavera
DESPUES
La inexistencia del mal
Todo el manzano en flor de la mar
Andre Breton
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