Políticos mangantes

¿Qué sucede en la cabeza
del político de hoy?
No remedia la pobreza
y actúa con ligereza
diciendo a todo ¡Allá voy!
Cuando presentan los planes
con que van a gobernarnos
dicen: ¡Han hecho desmanes,
los que acaban de dejarnos!
Nosotros: Cumpliremos tus afanes.
¡Bajaremos los impuestos!
¡Mantendremos las pensiones!
¡Sufriremos mil denuestos
y muchas oposiciones
por ser honrados y honestos!
Pasa el tiempo, y sigue siendo
quien manda en esta ocasión
el que nos sigue mintiendo,
y toda la población
tiene que irlo consistiendo.
Todo es una gran patraña,
o son sucias necedades
que engañan a media España,
y son sus medias verdades
lo que siempre nos engaña.
Vienen dispuestos a dar
y hacen promesas sin cuento,
sin detenerse a pensar
ni por un  solo momento
lo que nos puede pasar.
Luego cambian de opinión
y dan al traste con todo
engañando a la nación.
Dicen en esta ocasión:
¡Hay que privarse de todo!

El llegar a comprender
todo lo que quitarán,
es muy fácil de entender:
Lo que tan solo querrán
es conservar el poder.

Para conservar su puesto
y medrar en el escaño
procuran echar el resto,
y ya se creen que con esto
nos causarán menos daño.

¡Estaremos obligados
a conservar los sillones!
¡No hemos sido rescatados!
¡Hemos pedido prestados
unos miles de millones.

¡Devolveremos los mismos
con  vuestro esfuerzo y privanza!
¡Se abrirán grandes abismos!
¡Y no perder la esperanza!
¡Que no haya separatismos!

¡Subiremos los impuestos!
¡Bajaremos las pensiones!
pero seguir en los puestos
no son nuestras pretensiones.
¡Somos honrados y honestos!

¡Lo haremos para que España
encuentre una solución!
¡Y a Bruselas no le extraña
que hagamos esta patraña,
teniendo su bendición.

Cuando nos hicimos cargo
de formar nuevo gobierno
el trago fue muy amargo,
y nos pareció un invierno
cuando escuchamos ¡Embargo!


Han dicho con desatino
los “ínclitos” dirigentes
que rigen nuestro destino.
Estamos todos pendientes
de ver el fin del camino.

Lo malo de todos estos
que rigen nuestra nación,
es que suben los impuestos.
Después se sienten molestos
al ver nuestra reacción.

¿Y cuando dejen el puesto
y entren otros a ordenar?
Pues querrán echar el resto
para llenar bien el cesto
terminando de ordeñar.

Eso es lo que está pasando
en estos tiempos “modernos”
con los que vienen mandando.
¡Pero esto se está acabando!
¡Que ya esta bien de… Jodernos!

Fernando Ríos