No es la respuesta rápida sino el proceso lento,
Lo que dirige mi cometido;
Algunos no lo entenderán, otros lo criticarán,
La mayoría lo aplaudirán
Y a mí realmente me da igual.
Una vez hube observado por un breve instante
En una tinción de contraste
Aquellas espinas y ramificaciones
Que emergían furibundas, azarosas, estimulantes
Se abriría ante mí un horizonte de sucesos.
Cuando tocas, acaricias, muerdes, besas, lames
Solo yo pienso en un Disco de Paccini excitable;
Si veo tu erección la traduzco a la inhibición
Del Nucleo Paragigantocelular Bulbar sobre tu Cuerpo Cavernoso peneal.
Tu necesitas aire fresco para respirar,
Amigo, lo que necesitas es un transporte de electrones mitocondrial.
¿Necesitas comer? ¡Come! Tu Hipotálamo Ventromedial
Te dará la señal de saciedad.
No tengas miedo, estás protegido gracias a la Bóveda Craneal
y al Tabique Septodural, ¿Qué podría pasar?
Me veis ahora y observáis vuestro mundo gracias al Lóbulo Occipital
Y escucháis y comprendéis mis palabras merced al Lóbulo Temporal
Amáis con el Cingular Retroesplenial,
pensáis y habláis con el Frontal,
escribís con el Parietal y os drenáis gracias al espacio cisternal.
No olvidemos lo más importante, tus impulsos permanecerán constantes
Por un eficiente transporte axonal,
Que basado en la entrada del Calcio intracelular
Es causante de las diferencias eléctricas de Potencial.
Neurociencia es poesía, es neurocultura viva,
Para los ojos del que la mira,
Como aquel genio que la miró en los albores de esta disciplina,
Aquél que acuñó a los terminales sinápticos
El estético nombre de “besos protoplasmáticos”.
La red innata que te acompaña desde la concepción,
Esa red prolífica, abarrotada, innumerable
Te comunica con el exterior
La misma red que se encarga de hacerte caminar
Fue capaz de componer la Misa en Si Menor de Bach o edificar el Taj-Mahal.
Un solo vistazo a la red marea, pero dos enamora,
Tres son suficientes para el descubrimiento científico
Que compromete y desafía a la Humanidad entera.
La Historia del Hombre, de lo que somos y seremos algún dia,
Crece y crece infinitesimal y fugazmente en cada vida,
Contenida en pocos centímetros de pura energía,
La red que me permite recordar esas palabras de mi querido Ramón y Cajal,
“¿Qué son verdaderamente las mariposas del alma?”
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